¿Por qué no convertirte en el maestro de tu hijo?

Creo que ya quedó claro que la riqueza de estímulos que ofrezcas a tu hijo es de vital importancia para su desarrollo. Hablamos de que la intensidad, la frecuencia y la duración adecuados de los estímulos produce un buen desarrollo del cerebro.

Recuerda las leyes de la estimulación:

• Frecuencia:

Cantidad de veces que se presenta.

• Intensidad:

Tamaño del estímulo
Visual: letra
Auditivo: volumen
Táctil: fuerza o fusión

• Duración:

Tiempo total de aplicación.

Debes tener presente que un aprendizaje no depende de la edad del niño sino de los estímulos que reciba y de las oportunidades que tenga de responder a ellos. Por tanto, anímate y ofrécele a tu hijo esas oportunidades para favorecer su madurez neurológica y grarantizar su desarrollo.

Un informe elaborado por la Fundación Carnegie, concluye que "Garantizando un buen comienzo en la vida, tenemos más oportunidades para promover el aprendizaje y evitar daños de lo que nunca hubiéramos soñado".

¡No pretendemos asustarte sino animarte a que favorezcas la estimulación de tu bebé!